PANTEÓN DE LOS GÓMEZ ALAESTANTE EN VALDECUENCA. Parte segunda. Eugenio Gómez-Alaestante Pérez, presidente de la Diputación Provincial de Teruel.
Volviendo a Valdecuenca para hablar de las lápidas que nos quedan de los Gómez Alaestante.
La primera lápida que comentaremos es la de la viuda de Joaquín Gómez-Alaestante, Cecilia Pérez. Es la lápida con más decoración de las que comentamos, es de mármol negro y lo que nos resulta más llamativo es toda la representación simbólica de la lápida:
En el lado izquierdo vemos una mujer sentada, llorando desconsoladamente y sosteniendo la cabeza con su mano derecha en representación del luto. Su mano izquierda deposita una rosa, algo muy típica en los enterramientos femeninos. Se encuentra sentada junto a una sencilla cruz de madera sobre una tumba de piedra, en la que se enreda una hiedra, símbolo de la fidelidad a la memoria. A la derecha aparece un ángel que baja del cielo rodeado de nubes. Tiene las alas abiertas ya que es el que guarda las almas de los fallecidos. Además con el dedo señala al cielo y nos recuerda a todos que el cuerpo está en la tumba pero que su espíritu ya ha volado a los cielos en compañía de los mensajeros de Dios. En la otra mano lleva una guirnalda de flores cerrada, lo que simboliza el pago de la vida piadosa como cristiano. Y debajo del ángel hay un pergamino con el nombre y datos de la finada. Abajo a la izquierda aparece la dirección del taller que realiza dicha lápida: Maestro Pi y Maragall, 40 Valencia.
El resto de las de las lápidas son de los hijos de Joaquin Alaestante y Cecilia Pérez: Casto, Aquilina y Eugenio, ya que la cuarta hija, María, se casó con Natalio Ferrán y está enterrada en el panteón familiar de los Ferrán en Teruel
La de Casto Pérez Gómez, es una lápida de color blanco. El blanco siempre se utiliza para los niños o para los que todavía no se han casado, además el blanco representa la pureza y la inocencia. Su única decoración es un círculo central con el nombre del niño con una pequeña cruz latina encima y, rodeando la lápida hay un cordoncillo decorativo.
La de Aquilina Gómez Pérez es la más sencilla de las cuatro, es de mármol negro. A su izquierda hay un gran óvalo con una cruz latina en el centro y a la derecha un cuadrado con sus datos. Hay que decir que parece la hermana más querida de Eugenio porque casi siempre iban juntos.
Y la última tumba es la del excelentísimo Eugenio Gómez Pérez (Alaestante). Es la más seria porque tiene todos los cargos que tuvo en vida y el escudo familiar. Éste está más recargado que el de su tío Manuel.
Su decoración es la un Cristo crucificado, no es típico tallado sino que está en relieve. Llega a tanta precisión que conserva el INRI en la parte alta del travesaño y el montículo del Gólgota sobre el que se eleva la cruz se aprecia en detalle.
Eugenio nació en Valdecuenca en 1880. Lo primero que nos llama la atención es que no se apellida como el resto de la familia, que es Gómez Pérez, sino que es Gómez-Alaestante. Esto ocurre porque en 1910 se cambió el apellido: En La Gazeta de Madrid de 1910 nos cuenta que se presenta ante el juez de primera instancia de Teruel, Eusebio Font y Folch, para cambiarse el apellido. En dicho edicto se dice que "Eugenio Gómez Pérez, mayor de edad, soltero, propietario, vecino de esta ciudad, acudió al juzgado para promover el expediente sobre la adición del apellido, conforme a la ley del registro civil de 1870. Él alega que son muy comunes los apellidos en la zona de la sierra de Albarracín, Gómez y Pérez, y que le dan muchas confusiones y dificultades en su vida diaria. Y para obviar estos inconvenientes pide agregar el apellido paterno Alaestante al Gómez, formando el apellido Gómez-Alaestante. Será aprobado por el juzgado de Teruel."
En 1914, con 34 años, aparece ya como diputado provincial de Teruel. Ese mismo año falleció su madre Cecilia de una penosa enfermedad.
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En 1915, regresa de pasar una temporada en los Baños del Jaraba. Ese mismo año llegan en el correo unas 10000 truchas, de las llamadas arcoíris, provenientes del Monasterio de Piedra y allí les esperarán el teniente alcalde, un concejal, el presidente de la sociedad de caza y pesca, y él, como diputado provincial. Se soltaran en el río en la ciudad de Teruel por este orden: 2500 en el puente de tablas, 2500 en el puente de hierro, 5000 en la unión del río Alfambra y del Guadalaviar.
Dos años después, en mayo de 1917, se reúnen en Santa Eulalia los diputados provinciales Ferrer, Ferrán y él, con el alcalde, Plácido Úbeda; para tratar la construcción de la carretera de Santa Eulalia a Bronchales y Orihuela, enlazando con la de Caudé a El Pobo.
En agosto de ese año, asiste a la asamblea que se realiza en Albarracín. Allí el presidente de la gestora de Albarracín expone que es necesario conseguir una subvención pública para instalar una línea de automóviles con conductores del correo y de los viajeros.
En Noviembre se traslada a Alcañiz a ver al ministro de Instrucción Pública, Rafael Andrade Navarrete (en 1886 fue diputado por el distrito turolense de Alcañiz, en 1899 por el del distrito electoral de Teruel, y en las de 1901 por el de Valderrobres).
A finales de ese año, es elegido consejero de agricultura y ganadería.
En 1919, vuelve a ser elegido diputado provincial por el distrito de Teruel y formará parte del área liberal de la diputación.
En 1919, durante unos meses fue gobernador interino. Su primera función fue mediar con el párroco del asilo, porque los trabajadores que estaban construyendo el Asilo de las Hermanitas de la Caridad, se pusieron en huelga. Ya que se contrató a un albañil no asociado al gremio de albañilería.
En julio de 1921, durante las fiestas de la Vaquilla, se reúne en el restaurante de la Estación con otros prohombres de la ciudad para una cena con orquesta y baile.
El 12 de julio, el ingeniero de la azucarera de Santa Eulalia obsequió con una fiesta a varios amigos de Teruel, entre ellos Eugenio Gómez-Alaestante, gobernador interino. Se pasaron la tarde pescando cangrejos en las acequias del término de Santa Eulalia y luego comieron en el hotel del señor Zaldívar, hasta la noche y después regresaron a Teruel.
El 15 de julio de ese año, se marcha al balneario de Jarama ya que ha terminado su interinidad como gobernador; varios días después la esposa del nuevo gobernador, señora Cuevas, el señor Torán y esposa le visitan en el balneario.
Y a finales de julio, después de regresar del balneario, marcha a Cella, a inaugurar las escuelas graduadas.
A principios de agosto, obsequia en el restaurante de la Estación a todos los diputados provinciales con una cena, por el cese del cargo de gobernador.
El 4 de agosto formará parte de la comisión permanente de la diputación para gestionar todo lo que afecte al nuevo ferrocarril.
Antes de marcharse con su hermana Aquilina, su sobrina Matilde recorrerá durante una temporada las playas del norte de España y del midi francés; dará 100 pesetas y su hermana otras 100 pesetas para la suscripción del aeroplano "Teruel".
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En octubre después de su viaje por el norte se vuelve a marchar al balneario de Alhama de Aragón con Jesús Remón (médico), hijo del abogado Jesús Remón Capilla.
Al final del año de 1921 se celebrará una asamblea general de ganaderos en Cedrillas para hablar de la industria ganadera, y él será vocal en la Cámara Agrícola de Teruel.
En enero de 1922, formará parte de la comisión que marchará a Madrid para preparar la ceremonia para la entrega del aeroplano "Teruel".
En abril marchó a Valencia con su hermana María, que era mujer de Natalio Ferrán y sus sobrinas. En julio regresa a Teruel, para el homenaje que se le hace a José Torán de La Rad. La comida se celebraba en los jardinillos de la Escalinata.
En octubre, escribe un telegrama a Mosqueruela, felicitándolos por la inauguración del telégrafo y la toma de posesión del cura Tomás Mínguez.
A comienzos de noviembre se reúnen en la diputación varios diputados para tratar las obras de reparación de la cárcel correccional. A finales de ese mes, asiste en Albarracín al acto de inauguración de la red forestal de teléfonos; la primera llamada fue del señor Bernad a un pueblo de la sierra.
En 1923, vuelve a presentarse a las elecciones como diputado provincial por el distrito de Teruel-Albarracín. En agosto de ese año, se entregan los cargos y comisiones de la diputación; y él formará parte de la comisión de Hacienda, Beneficencia y Personal.
En octubre se encuentra en el balneario de Paracuellos del Jiloca, y le visitan el señor Zaldívar, director de la azucarera de Santa Eulalia, y el gobernador, Cristóbal de Castro.
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En 1924 ya no aparece en prensa como diputado sino como propietario. El día 21 de enero de ese año, acude al entierro de Miguel Garzarán, antiguo alcalde de Teruel y director de la Banca Garzarán, en la iglesia de Santiago. En encabezará el cortejo fúnebre hasta el cementerio.
Los siguientes años, se los pasa yendo y viniendo de Valencia a Teruel y a Valdecuenca; siempre con su hermana Aquilina.
En 1927, estando en Valencia, acude al enlace de la señorita turolense Manolita Eced Temprado con Pedro Rivera Sala; además será testigo en dicha boda.
En mayo de 1930, regresa de Valencia con sus sobrinas Rosita Ferrán y Matilde Ramírez, para disfrutar de las ferias de Teruel. En junio, asiste al homenaje que se le realizara al alcalde José María Rivera, por parte de sus amigos.
A finales de 1930, se celebra la boda de su sobrina Rosa Ferrán Gómez con Francisco Ruiz de Jarabo, juez de instrucción. Se celebró en la iglesia de San Francisco y fue bendecida por Rosendo Cortés, canónigo de la basílica del Pilar.
El convite tuvo lugar en el Aragón Hotel, y él estuvo en la mesa de honor donde estaban los padrinos; uno de estos padrinos fue el General Fanjul, un militar y abogado español, veterano de las campañas de Cuba y Marruecos que llegó a ser diputado en Cortes en varias ocasiones.
Así pues, en el Registro de la Propiedad de Albarracín del I.R.A., Instituto de Reforma Agraria, correspondiente al inventario de fincas expropiables durante el período 1933-1935, aparecen un total de 261 fincas con una capacidad de casi 5.500 hectáreas, distribuidas por varias localidades de la Comunidad de Albarracín. La mayor cantidad de tierras expropiadas lo eran a María de la Concepción Navarro de Arzuriaga, rica propietaria en las localidades de Albarracín y Torres. El segundo mayor terrateniente afectado por las expropiaciones era Luis Catalán D'Ocón, tratándose de varias masías próximas a El Vallecillo. Otro gran hacendado cuyas tierras fueron expropiadas, fue el antiguo diputado provincial por Teruel, Eugenio Gómez Alaestante, sobre una serie de propiedades situadas en Albarracín y Valdecuenca. Suyas, de él y su hermana María, eran Torre Cavero y Masada de Roches, en el término de Valdecuenca. En el término de Albarracín la Masada Gatos y Castillo del Medio. Y las propiedades suyas y de su hermana Aquilina fueron una huerta situada cerca de la localidad de Valdecuenca.
En las elecciones de 1933, apoyó la candidatura de las Derechas Agrarias.
Después de la Guerra, en 1942, se persona en el consejo de guerra que se le hizo al dirigente de la CNT, Joan Peiró, un famoso anarquista catalán y ministro de Industria de la Segunda República durante la Guerra Civil. Eugenio aparece diciendo que era tío de Francisco Ruiz de Jarabo y que pudo pasar a Valencia gracias a un salvoconducto que le dio el señor Peiró, tanto para él como para su hermana y dos sobrinas y una monja, el 14 de enero de 1937, entrando en la zona nacional el día 17 de enero de 1937.
Eugenio Gómez-Alaestante Pérez falleció el 25 de noviembre de 1955, a los 75 años de edad. Su hermana Aquilina sobrevivió 22 años más, ya que murió teniendo 92 años.