PANTEÓN FAMILIAR DE ÍNIGO- ZAERA
En Aliaga entrando al cementerio, a la derecha, pegados a la pared que comparte con la ermita tremenda y barroca, del siglo XVII, de La Virgen de la Zarza, se puede ver dos panteones. Por el panteón que nos interesamos hoy es el primero, un panteón muy sencillo con un arco de herradura en la entrada y una simple reja de cerramiento, el de la familia Íñigo, originaria de Fortanete, de donde proceden muchos emprendedores.
En el interior se ven varios nichos, pero para nosotros solos nos vamos a parar en los dos del matrimonio Inigo-Zaera. Uno es el de Agustín Ínigo Daudén y, a su lado, el de su esposa, Magdalena Zaera Cano.

La lapida de Agustín Inigo es muy sencilla, en mármol negro, y su única decoración es una cruz latina en la parte superior. En ella, además de los datos del fallecimiento, 24 de octubre de 1906, a los 64 años, nos deja constancia del título de "Caballero de la Orden de Isabel la Católica".

La lapida de Magdalena Zaera Cano también es de mármol negro. Nos dice que falleció el 10 de marzo de 1887, fallecida muchos años antes que su marido, a los 38 años, y que se la dedican su esposo e hijos. Encima del texto hay una cruz de la que salen rayos, y está enmarcada en un diseño que recuerda, de forma estilizada, el frontal de un ataúd.
Agustín Ínigo nace en 1843, en Fortanete. Durante su juventud trabajo haciendo fajas para hombre, cintas y ligas. Casa en 1867 con Magdalena Zaera Cano, también de Fortanete, y en los veinte años del matrimonio tuvieron 10 hijos.

En 1872 se une a varios fabricantes también de fajas de Cinctorres (Castellón) y crean la empresa de "Ínigo, Artola y Cía." Era una fábrica mecánica de hilados de lana, en Villarluengo. Es de recordar el establecimiento de varias industrias ligadas al uso del agua del rio Pitarque como fuerza motriz en esta localidad, como la primera fábrica de papel continuo de España, puesta en marcha en 1789.
En 1882 Agustín se asocia con su cuñado, Joaquin Herrero Escorihuela, y crea en Aliaga una industria textil dotada de lavadero de lanas, hilatura, tisaje, el tejido de la telas en los telares, y acabados para la fabricación de fajas para hombres, ligas y cintas.
En 1890 la empresa "Inigo y Herrero" queda disuelta, y Agustín se queda con la fábrica mecanizada de Aliaga. La fábrica es accionada por una máquina de vapor vapor alimentada con carbón de Palomar, Montalbán y Utrillas, y luego ayudada por la fuerza del agua del río Guadalope en dos saltos hidráulicos, el segundo hidroeléctrico.
El 3 de febrero de 1891, se nombra a Agustín Ínigo, Caballero de la Real Orden de Isabel la Católica, como "fabricante de fajas", y el diploma y la condecoración figuraron en la pared del despacho de la empresa de Aliaga, hasta que la guerra civil de 1936 los hizo desaparecer junto con su fotografía.

Muere Agustín el 24 de octubre de 1906, a los 63 años, en Aliaga. Le sucederán en sus negocios sus hijos Agustín y Juan Ramón Inigo Zaera.
Agustín Inigo no solo fue un fabricante de fajas sino que demostró durante toda su vida una capacidad de reinventarse pues además de las actividades industriales también se dedicó a la explotación agraria y ganadera en la zona de Villarluengo. Se calcula que dio trabajo más de 180 personas entre las fábricas, obras hidráulicas, minas de carbón y masías, además de empleos eventuales de albañiles, herreros, carpinteros, transportistas, servicios municipales, tiendas. Su labor fue extraordinaria.
Para saber más sobre este personaje:
"Participación de la familia Inigo en la vida de Aliaga" de Francisco-Agustín Ínigo Muñoz.
https://www.ontejas.org/imag/docs/Ontejas-Los%20Inigo-2003.pdf