Patrimonio Perdido

Cuando salimos a conocer los cementerios de nuestra provincia, muchas veces, dando un paseo alrededor del mismo, encontramos restos de lápidas fracturadas. Es una pérdida grande tanto en el patrimonio, como en el memorario de nuestros pueblos que se eliminen lápidas en nuestros cementerios de esta forma.

En otros casos se retiran y amontonan las lápidas. En todos los cementerios hay algún rincón, cuarto, vallado, donde se pueden guardar hasta no se sabe cuándo, pero, sin normativas claras, siempre existe la posibilidad de que en algún momento a alguien se le ocurra "limpiar", y llevarlas al vertedero, como se ha hecho en tantos y tantos y tantos pueblos. Además de que, amontonadas, no se pueden visitar y existe la posibilidad grande de que se dañen.

Pensamos que es más adecuado reponer de la lápida en otra ubicación, tal vez en el muro perimetral del mismo cementerio. Así no perdemos estas obras que contribuyen a preservar la memoria de las gentes, su cultura y sus costumbres.

En una visita a los cementerios podemos ver las gentes que habitaban el lugar, sus costumbres, sus sentimientos y sus gustos desde la fundación de los cementerios modernos, en el siglo XIX, hasta la actualidad.

Los cementerios son cultura, son encuentro y son arte.